
Toda mi vida he estado rodeada de naturaleza.
Nací y crecí en un pueblo llamado San Juan de los Morros, un valle en el corazón de Venezuela. Hacia donde quiera que ve un sanjuanero cuando sale a la calle o al patio de su casa, está de fondo el verde de los cerros, que contrasta con el cielo azulito lleno de nubes.
El Monumento Natural Arístides Rojas al noroeste, guiando las postales que recordamos con nitidez quienes no estamos cerca. El cerro Pariapán al noreste; Platillón y Picachito al oeste, y al sur, el cerro Santa Rosa, el de tantas aventuras en mi niñez.
La subidas al cerro los domingos con mi hermano y mis vecinos, es de los recuerdos más felices que tengo de mi infancia. Eso, sumado a las salidas al río o a la playa con mi familia y mi interés por el escultismo en mi adolescencia, produjeron en mí una gran sensibilidad por la naturaleza, que conservo hoy, a mis casi 34 años.
Salir al cerro es mi terapia. Es mi forma de volver a mi, de volver a casa. Le hace bien a mi cuerpo y a mi mente.
Múltiples estudios han confirmado los beneficios de nuestros encuentros con la naturaleza. En ella el cerebro es capaz de activar una red que promueve la introspección y la creatividad, permitiendo que las ideas fluyan de manera más libre y asociativa, produciendo endorfinas y serotonina, neurotransmisores asociados al bienestar y la felicidad.
De aquí que sea cada vez más común prácticas como los Baños de Bosque o Shinrin Yoku, que incluyen actividades que nos ayudan a sumergirnos en la naturaleza con nuestros 5 sentidos y cuyos beneficios se traducen en:
- Reducción del estrés y los síntomas de la ansiedad.
- Mejora generalizada en el estado de ánimo.
- Aumento de la concentración.
- Mayor sensación de felicidad y plenitud.
Esto, gracias a su incidencia en nuestro sistema inmunológico, salud cardiovascular, energía y calidad del sueño. Conectar con la naturaleza es reconectar con quienes somos, porque de allí venimos, somos parte de esa enorme red de vida.
Por eso:
- Sal a caminar
- Júntate con amigas para subir un cerro en tu ciudad
- Ten plantas cerca, sobre todo en tu hogar y espacio de trabajo.
No es necesario que recorras muchos kilómetros en una expedición salvaje. Puedes empezar descalzándote en algún parque para hacer grounding o ser una abrazadora de árboles. Verás lo bien que te sentirás después.
¿Quieres estar en mayor conexión con la naturaleza? Te dejo invitada a las salidas mensuales de nuestro Outdoor Club. Todos los meses nos escapamos al cerro o a algún lugar rodeado de árboles para hacer actividades que nos reconecten.

Outdoor Club
Un club de amigas para subir cerros y disfrutar de la naturaleza. Nos juntamos 1 vez al mes para liberar nuestro espíritu de aventura.
Antes de despedirme, quiero compartirte estas recomendaciones de libros sobre conexión con la naturaleza:
- “Mujeres que corren con los lobos” – Clarissa Pinkola Estés
- “La mente bien ajardinada” – Sue Stuart-Smith
- “Vitamina N” – Richard Louv
- “Una guía sobre el arte de perderse” – Rebecca Solnit
- “Perdiendo el Edén” – Lucy Jones
Abrazos, Majo